sábado, 1 de marzo de 2014

Las Modificaciones de la Biblia

Copio y pego de otra web

San Jerónimo modificó las Escrituras en 3.500 partes

Las Iglesias quieren convencer a los fieles de que la Biblia es la palabra absoluta de Dios. Pero no es así: Los escritos fueron falsificados desde el principio con intención o inconscientemente, por ignorancia o por descuido. Por Vida Universal

as instituciones denominadas Iglesias quieren convencer a los fieles de que la Biblia es la palabra absoluta de Dios. Pero no es así: Los escritos fueron falsificados desde el principio con intención o inconscientemente, por ignorancia o por descuido. Jerónimo, que es el autor de la Biblia “controló su pluma”, escribió el mismo. Y cambió la Escritura sólo en 3.500 partes.
Lo cierto es que en los textos del Antiguo Testamento, promulgado por la Iglesia como la palabra de Dios, se presenta a menudo a Dios como a un mostruo sangriento que incita al crimen, al asesinato por robo, al genocidio, a la guerra y a la matanza de animales. También en el Nuevo Testamento hubo desde el principio graves discrepancias. Luego se continuó sin reservas con la falsificación de los textos. A pesar de ello, para las instituciones de la iglesia católica y de la evangélica protestante la Biblia es la “verdadera palabra de Dios” y la “única norma de conducta”, en parte con terribles consecuencias para seres humanos y animales.
En su catecismo, la Iglesia católica explica con carácter obligatorio lo siguiente: “El Antiguo Testamento prepara al Nuevo, en tanto éste completa el Antiguo. Ambos se iluminan mutuamente, ambos son la verdadera palabra de Dios.” Pero cuando (san) Jerónimo recibió alrededor del año 370 la tarea del papa Dámaso de traducir al latín todos los textos de los evangelios existentes y de ordenarlos en una gran obra dando como resultado lo que conocemos como Biblia, sufrió una gran desesperación puesto que ni siquiera existían dos textos cuyo contenido fuera semejante. Todos se diferenciaban.
Intuyendo lo que podía suceder, Jerónimo le escribe al Papa lo siguiente: ¿No habrá por lo menos uno, que a mí, en cuanto tome este volumen (Biblia) en la mano…, no me califique a gritos de falsificador y sacrílego religioso, porque tuve la osadía de agregar, modificar o corregir algunas cosas en los viejos libros? 
No obstante ya en el año 1590, la Vulgata (traducción latina de Jerónimo) fue publicada por el Vaticano bajo el Papa Sixto V como “Editio Sextina” y declarada sin faltas. En realidad estaba llena de errores. En 1592 fue reemplazaba, bajo el Papa Clemente VIII, por la publicación sin faltas llamada “Editio Clementina”, pero ésta también contenía muchos errores. No obstante se volvió a revisar en 1598 y aunque también con faltas, permaneció siendo obligatoria por un largo tiempo.
¿Por qué entonces durante el Primer Concilio Vaticano de 1869/70, en su decisión doctoral podemos leer: “Esta manifestación sobrenatural (la Biblia) está contenida, de acuerdo con el credo de toda la Iglesia explicado por el santo concilio de Trento, en libros escritos y en transmisiones no escritas, que fueron recibidos por los apóstoles mismos directamente de la boca de Cristo o que habiendo sido dictados por el Espíritu Santo fueron transmitidos, por decirlo así, de mano en mano por los apóstoles, hasta llegar a nosotros”? (DH1501)



No hay comentarios:

Publicar un comentario