Copio y pego de otra web
Por Anwar Tapias
Es común en algunas personas pensar que todas las Biblias son iguales, y que todas contienen el mismo mensaje, por lo cual no ven problema en leer una o la otra como si fuera lo mismo. En este tema intentaré demostrar que no es así. Hay tres principales diferencias que trataremos en este tema:
1. Texto original de donde se traduce
2. Número de libros
3. Traducción de pasajes
1. Texto original de donde se traduce
Lo primero para dejar claro es que la Biblia es una sola, y que como hemos visto en lecciones anteriores, contiene la Palabra de Dios divinamente inspirada. Y por lo mismo, no pueden haber diferentes Palabras de Dios ni diferentes inspiraciones. ¿Qué sucede entonces? Que hay diferentes versiones y traducciones.
La Iglesia Católica toma como su versión oficial, La Vulgata, la cual fue escrita por San Jerónimo en el siglo IV a pedido del Papa Dámaso, debido a las diferentes versiones que circulaban. San Jerónimo se tomó varios años en lograr traducir la Biblia al latín común (de ahí lo de vulgata); con el tiempo la traducción de San Jerónimo fue tomando fuerza hasta que se fue convirtiendo en la versión oficial de la Iglesia.
Podemos encontrar lo siguiente en Mercaba:
En aquellos tiempos la cultura del pueblo cristiano era muy pobre, por lo que éste ni siquiera se planteaba explícitamente tal problema. Muchos ni siquiera sabían leer, y se contentaban con lo que se les leía. Y así, la autoridad cultural de San Jerónimo dio lugar a que se le diera preferencia a la versión de la Biblia que él elaboró, llamada Vulgata por estar escrita en el latín de uso común o latín vulgar.
El uso de la Vulgata acabó por imponerse en el mundo cristiano y fue avalado por el Concilio de Trento (siglo XVI) en gran parte con motivo del surgimiento del protestantismo. El hecho fue que el Magisterio de la Iglesia decidió aceptar y declarar como auténtica una determinada versión de la Escritura, y eligió la versión de la Vulgata.
¿Tenemos hoy día copia de la Vulgata? Actualmente se dispone de un manuscrito, el más antiguo sobre la Vulgata, el códice Amiatinus, que actualmente se encuentra en la Biblioteca Laurentina de Florencia.
Los protestantes utilizan una versión llamada Reina Valera. Tiene ese nombre debido a que fue Traducida por Casiodoro de Reina y revisada por Cipriano de Valera. Es interesante notar que en sus primeras dos versiones, se mantenían los libros deuterocanónicos traducidos en la Vulgata, pero después de la primera revisión de Valera, fueron quitados.
El documento base para traducir esta versión de la Biblia es el Textus Receptus, él cual fue escrito por Erasmo de Roterdam (católico), quien intentó basarse en manuscritos antiguos de primera mano, pero no contó sino con dos, y a partir de ahí escribió su Nuevo Testamento.
Lo interesante es que los protestantes en su mayoría basen su Biblia en el Textus Receptus, hoy día enfrenten tantas divergencias sobre el tema y no se ponen de acuerdo sobre este uso. Por ejemplo miremos la Reina Valera en 1 Jn 5, 7:
Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. (1 Jn 5, 7)
Si uno busca esa misma cita en una versión diferente no la encuentra, y lo peor es que Erasmo tampoco la colocó sino que fue añadida posteriormente. De todos modos tanto la Reina Valera como la King James, versiones protestantes la tienen.
2. Número de libros
Otra de las grandes diferencias que se tienen son los número de libros. La Biblia Católica tiene 73 libros mientras que la protestante tiene 66.
Los libros de diferencia son llamados deuterocanónicos.
La palabra deuterocanónicos viene del griego deuteros que significa segundo y canon que significa regla de medir. Llevan este nombre porque aparecieron después del primer conjunto de libros sagrados de los judíos. Pero no hacen parte de un canon distinto. Además, la palabra apócrifo usada por los protestantes significa escondido, oculto, y estos libros no están ocultos, y este nombre fue dado por ellos no por los católicos.
Es sabido que a ningún ser humano se le ocurrió escribir todo lo que Dios fuera manifestando en el tiempo. Sólo con mirar el inicio del Evangelio de Lucas o el prólogo griego del Eclesiástico[1] se puede apreciar que Dios se valía de lo que escribían estos autores para mostrar su Revelación; ellos mismos no eran conscientes que estaban siendo usados por Dios para llevar un mensaje.
Ni el mismo Jesús mandó a escribir sus enseñanzas, sino que mando a predicarlas. Si se observa sólo cinco Apóstoles escribieron: Mateo, Juan, Pedro, Santiago y Judas, pero los doce predicaron. Todos los acontecimientos en los que Dios era protagonista fueron siendo transmitidos oralmente de generación en generación. Es importante resaltar que el tiempo que transcurría entre los hechos narrados en la Biblia y su fecha de escritura distaba de varios siglos, por ejemplo, la Torah.
Los protestantes argumentan que el Canon Sagrado del Antiguo Testamento contiene 39 libros, basados en el canon del Concilio de Jamnia alrededor del 80 - 100 D.C, donde sólo incluyen los textos originales en hebreo. Esta fue la versión que tradujo Martín Lutero al alemán en el siglo XVI. Por su parte la Iglesia Católica ha mantenido que son 46 libros por dos mil años; argumentos basados en la Septuaginta usada en la época de Jesús, la carta de San Inocencio, el Concilio de Cartago en el 391, La Vulgata oficial de San Jerónimo ¿Quién dice la verdad?
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