lunes, 6 de octubre de 2014

Algo de la nada

Los creyentes no entienden como puede surgir algo de la nada , piensan que es imposible porque en el mundo en el que vivimos nada surge de la nada tiene que haber algo antes para que se pueda crear se les olvide que las leyes del Universo y el Universo en si , no funciona de la misma manera que funciona nuestro planeta son cosas diferentes



Tus familiares te cuidan desde el cielo

Una de los  puntos mas fuertes de la religión es la idea que existe vida después de la muerte  y mas allá de eso el consuelo que da a sus creyentes en el proceso de duelo cuando un familiar, amigo, conocido muere, lo primero que dirán es que Dios sabe porque hace las cosas , lo segundo es que tu difunto te esta cuidando desde el cielo y que te protege desde ahí , claro que un día te reunirás con ellos en el cielo.

Lo que quiero hacer notar es que de acuerdo a la biblia todas las personas que murieron no están en el cielo , están dormidas por así decirlo espero el regreso de Jesús para que realice el juicio final y a partir de ahí se determina de a donde te vas, entonces es mentira que tus conocidos están cuidándote desde el cielo si es que crees en la teología Cristiana

Jean-Paul_Sartre

ean-Paul Charles Aymard Sartre (París21 de junio de 1905 – ibíd.15 de abril de 1980), conocido comúnmente como Jean-Paul Sartre, fue un filósofoescritornovelistadramaturgoactivista políticobiógrafo y crítico literario francés, exponente delexistencialismo y del marxismo humanista. Fue el décimo escritor francés seleccionado como Premio Nobel de Literatura, en 1964, pero lo rechazó explicando en una carta a la Academia Sueca que él tenía por regla declinar todo reconocimiento o distinción y que los lazos entre el hombre y la cultura debían desarrollarse directamente, sin pasar por las instituciones. Fue pareja de la también filósofa Simone de Beauvoir.

El existencialismo sartriano[editar]

En el pensamiento de Sartre, cabe destacar las siguientes ideas:
  1. Conciencia prerreflexiva y conciencia reflexiva: La conciencia prerreflexiva es el mero hecho de percatarnos de algo, el tener conciencia de algo, y la conciencia reflexiva (el ego cogito cartesiano), surge cuando me doy cuenta de que me estoy percatando de algo.
  2. El ser-en-sí: Sartre rechaza el dualismo entre apariencia y realidad y sostiene que la cosa es la totalidad de sus apariencias. Si quitamos lo que en la cosa es debido a la conciencia, que le confiere la esencia que la constituye en tal cosa y no en tal otra, en la cosa sólo queda el ser-en-sí.
  3. El ser-para-sí: Si toda conciencia es conciencia del ser tal como aparecer, la conciencia es distinta del ser (no ser o nada) y surge de una negación del ser-en-sí. Por tanto, el para sí, separado del ser, es radicalmente libre. El hombre es el no-ya-hecho, el que se hace a sí mismo.
  4. El ser-para-otro: Sartre defiende que mi yo revela la indubitable presencia del otro en la relación en que el otro se me da no como objeto sino como un sujeto (ser-para-otro).
  5. Ateísmo y valores: Para el filósofo, la existencia de Dios es imposible, ya que el propio concepto de Dios es contradictorio, pues sería el en-sí-para-sí logrado. Por tanto, si Dios no existe, no ha creado al hombre según una idea que fije su esencia, por lo que el hombre se encuentra con su radical libertad. Este ateísmo tiene una consecuencia ética: Sartre afirma que los valores dependen enteramente del hombre y son creación suya.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Ludwig Andreas Feuerbach

Copio y pego de otra web
Ludwig Andreas Feuerbach (28 de julio de 1804 – 13 de septiembre de 1872) fue un filósofo alemánantropólogobiólogo ycrítico de la religión. Es considerado el padre intelectual del humanismo ateo contemporáneo, también denominado ateísmo antropológico. Para él la inmortalidad es una creación humana y constituye el germen básico de la antropología de la religión.1
El materialismo crítico de Feuerbach tendrá un efecto profundo tanto en el pensamiento de Max Stirner (1806-1856) y Bakunin(1814-1876) como en las teorías de Marx (1818-1883) y Engels (1820-1895) y, en general, en todo el denominado materialismo histórico.

La teoría de la religión de Feuerbach[editar]

Monumento a Ludwig Feuerbach en Núremberg.
En el año 1841, Feuerbach publica La esencia del cristianismo, obra con la que su autor se convertirá en un referente para la izquierda hegeliana representada por el teólogo David Strauss, quien en su obra La vida de Jesús consideraba que los evangelios eran relatos míticos.
La filosofía de Feuerbach se inicia en discusión abierta con la teología. A diferencia de Hegel, entenderá que la filosofía es completamente independiente de la religión; la filosofía tiene como tarea criticar la religión y no fundamentarla. En el centro y como eje de su pensamiento instala al ser humano y por lo tanto a la antropología. Es heredero de la tradición humanista. Sostiene Feuerbach que los anhelos y las pretensiones e ideas religiosas son una característica específica del ser humano por lo que la religión quedaría inscrita en la antropología, la cual debe explicarla.
Sus concepciones fundamentales en términos de crítica a la religión, pueden ser reducidas a estas fórmulas:
La religión es la reflexión, el reflejo de la esencia humana en sí misma ... . Dios es para el hombre el contenido de sus sensaciones e ideas más sublimes, es su libro genérico, en el cual escribe los nombres de sus seres más queridos.2
La evolución del pensamiento de Feuerbach queda evidenciada en la frase siguiente:
Mi primer pensamiento fue Dios, el segundo fue la razón y el tercero y último, el hombre.3
Para Feuerbach el hombre ha realizado el mismo camino: primero creó a Dios y más tarde entendió que su conocimiento no era nada más que un peldaño en el propio conocimiento del hombre.
Feuerbach, al considerar a Dios una creación humana, niega su existencia de la manera en la que lo concibe la teología cristiana. También negaba el idealismo, que pretende suplantar el hombre real -corporal y sensible- por el 'espíritu' y la 'razón'.
Para Feuerbach, por tanto, no es Dios quien ha creado al hombre a su imagen, sino, a la inversa, el hombre quien ha creado a Dios, proyectando en él su imagen idealizada. El hombre atribuye a Dios sus cualidades y refleja en él sus deseos no realizados. Así, enajenándose, da origen a su divinidad. Pero, ¿por qué lo hace? El origen de esta enajenación se encuentra en el hombre mismo. Aquello que el hombre necesita y desea, pero que no puede lograr inmediatamente, es lo que proyecta en Dios. La palabra Dios tiene peso, seriedad y sentido inmanente en boca de la necesidad, la miseria y la privación. Contra lo que pudiera creerse, los dioses no han sido inventados por los gobernantes o los sacerdotes, que se valen de ellos, sino por los hombres que sufren. Dios es el eco de nuestro grito de dolor.
Feuerbach califica de giro decisivo de la historia al hecho de que el hombre reconozca abiertamente que la conciencia de Dios no es más que la conciencia de la especieHomo homini deus est (el hombre es dios para el hombre).
Cuanto más engrandece el hombre a Dios, más se empobrece a sí mismo. El hombre proyecta en un ser ideal (irreal) sus cualidades, negándoselas a sí mismo. De este modo, reserva para sí lo que en él hay de más bajo y se considera nada frente al Dios que ha creado.

Concepto de enajenación (alienación)[editar]

De su crítica a la religión se desprende el concepto de alienación o enajenación, tal vez el más influyente de su obra. Él parte de una inversión de los términos: el sujeto por el predicado. Dios no crea al hombre, el hombre crea a Dios proyectándose y proyectando sus mejores atributos en él. Es, entonces, simplemente un producto del hombre. Pero este producto se vuelve ajeno a su productor y lo domina. Las propiedades del hombre se enajenan en Dios, el objeto aparece con vida propia y domina al sujeto. Para Feuerbach, esta enajenación estaba en la conciencia humana, y un simple acto de la misma podía resolverla.
Karl Marx retoma este concepto y lo amplía en sus Manuscritos económicos y filosóficos de 1844. Para él, la enajenación humana no se encuentra solamente en el plano de la conciencia, sino en el plano real. Ahora el hombre se enajena en el trabajo, y para resolver esta enajenación se necesitan acciones prácticas, una filosofía de la praxis.

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