La biblia no es el único libro sagrado que existe, solo es uno mas entre mucho porque debería creer en ese libro y no en los demás?
Copio y pego de otra web
II) ISLAMISMO
EL CORAN
El Islam ve en el Corán la palabra expresa de Alá (Dios), transmitida directamente al Profeta Mahoma a lo largo de su vida adulta. Se conservó primero como tradición oral y más tarde de la muerte de Mahoma fue puesto en escrito para que no se alterara su memoria durante el califato de Utman (644-656 d. C.). La palabra Corán significa "recitación"; es pues, algo más que una simple lectura. El Corán se compone de 114 capítulos conocidos como suras. Cada uno de ellos lleva un número y un título, siendo normalmente este último una de las palabras o frases que aparecen al principio del sura, por ejemplo, Sura II, al-Baqara ("La Vaca"). El modo de citarlo varía si se trata de eruditos occidentales que suelen citar los capítulos coránicos por el número, o escritores musulmanes que aluden a sus títulos.
Los suras constan de versículos individuales (aleyas), literalmente "signos" de la presencia y misericordia de Dios. Parece ser que el sura más antiguo es el Sura XCVI, al-Alaq ("La Sangre Coagulada"), dictado al Profeta por el arcángel Gabriel. Representa el anuncio de su misión a Mahoma: "Recita, en nombre de tu Señor que lo ha creado todo, que ha creado al hombre de sangre coagulada " (96, 1-2, o sea, Sura 96, aleya 1-2). Los suras están ordenadas en el Corán según su longitud, de más largo a más breve, con la única excepción de el Sura I, al-Fatiha ("la apertura"), que consta de siete aleyas.
Los suras también se dividen en "mequies" o "medineses", según fueran revelados antes o después de la Hégira, la partida de Mahoma a Medina en el año 622 d. C. Los versículos mequíes insisten en la majestad y la unidad de Dios y en la certeza de que éste tiene que hacer llegar su compasión en el juicio final a la humanidad y al mundo. Éste fue el tema de las predicaciones iniciales de Mahoma que le valió la expulsión de la Meca por los grupos de comerciantes que vieron en su predicación una crítica indirecta a su vida. Como dice el Sura 35: "Los que no creen sufrirán un suplicio terrible, los que creen y obran el bien obtendrán el perdón de sus faltas y una magnífica recompensa" (35,7). Los versículos mequíes suelen ser cortos y concisos, con metáforas gráficas e intensas.
Los versículos medineses contienen unas ideas y un lenguaje similar, pero reflejan los nuevos retos a que se enfrentó Mahoma y la incipiente comunidad islámica. En general, los versículos son más largos y más complejos y a menudo expresan una preocupación por el orden religioso, moral y social. Lo más importante es que los deberes centrales del islam (las cinco columnas): fe en Alá, la oración, las limosnas, el ayuno en el mes del ramadán y el peregrinaje a La Meca (el hagg). También tratan otras cuestiones diversas como el matrimonio, el divorcio, el adulterio, el juego y la guerra.
El Corán está presente en la vida de los musulmanes de varias formas. En el pasado fue la base de la educación islámica tradicional; los jóvenes musulmanes aprendían a leer y escribir versículos coránicos y, en el mejor de los casos, a memorizar el texto; si bien esta práctica cayó en desuso en el siglo pasado ante la difusión de una enseñanza pública mayoritariamente laica. En general hoy en día los padres se aseguran de que sus hijos aprendan el Corán.
El Corán posee una santidad de carácter físico. Los musulmanes prefieren acercarse y tocar el libro sagrado únicamente en un estado de pureza ritual, y éste tiene un poder o gracia divinos (baraka) que puede ser utilizado como medio de curación.
EL CORAN
El Islam ve en el Corán la palabra expresa de Alá (Dios), transmitida directamente al Profeta Mahoma a lo largo de su vida adulta. Se conservó primero como tradición oral y más tarde de la muerte de Mahoma fue puesto en escrito para que no se alterara su memoria durante el califato de Utman (644-656 d. C.). La palabra Corán significa "recitación"; es pues, algo más que una simple lectura. El Corán se compone de 114 capítulos conocidos como suras. Cada uno de ellos lleva un número y un título, siendo normalmente este último una de las palabras o frases que aparecen al principio del sura, por ejemplo, Sura II, al-Baqara ("La Vaca"). El modo de citarlo varía si se trata de eruditos occidentales que suelen citar los capítulos coránicos por el número, o escritores musulmanes que aluden a sus títulos.
Los suras constan de versículos individuales (aleyas), literalmente "signos" de la presencia y misericordia de Dios. Parece ser que el sura más antiguo es el Sura XCVI, al-Alaq ("La Sangre Coagulada"), dictado al Profeta por el arcángel Gabriel. Representa el anuncio de su misión a Mahoma: "Recita, en nombre de tu Señor que lo ha creado todo, que ha creado al hombre de sangre coagulada " (96, 1-2, o sea, Sura 96, aleya 1-2). Los suras están ordenadas en el Corán según su longitud, de más largo a más breve, con la única excepción de el Sura I, al-Fatiha ("la apertura"), que consta de siete aleyas.
Los suras también se dividen en "mequies" o "medineses", según fueran revelados antes o después de la Hégira, la partida de Mahoma a Medina en el año 622 d. C. Los versículos mequíes insisten en la majestad y la unidad de Dios y en la certeza de que éste tiene que hacer llegar su compasión en el juicio final a la humanidad y al mundo. Éste fue el tema de las predicaciones iniciales de Mahoma que le valió la expulsión de la Meca por los grupos de comerciantes que vieron en su predicación una crítica indirecta a su vida. Como dice el Sura 35: "Los que no creen sufrirán un suplicio terrible, los que creen y obran el bien obtendrán el perdón de sus faltas y una magnífica recompensa" (35,7). Los versículos mequíes suelen ser cortos y concisos, con metáforas gráficas e intensas.
Los versículos medineses contienen unas ideas y un lenguaje similar, pero reflejan los nuevos retos a que se enfrentó Mahoma y la incipiente comunidad islámica. En general, los versículos son más largos y más complejos y a menudo expresan una preocupación por el orden religioso, moral y social. Lo más importante es que los deberes centrales del islam (las cinco columnas): fe en Alá, la oración, las limosnas, el ayuno en el mes del ramadán y el peregrinaje a La Meca (el hagg). También tratan otras cuestiones diversas como el matrimonio, el divorcio, el adulterio, el juego y la guerra.
El Corán está presente en la vida de los musulmanes de varias formas. En el pasado fue la base de la educación islámica tradicional; los jóvenes musulmanes aprendían a leer y escribir versículos coránicos y, en el mejor de los casos, a memorizar el texto; si bien esta práctica cayó en desuso en el siglo pasado ante la difusión de una enseñanza pública mayoritariamente laica. En general hoy en día los padres se aseguran de que sus hijos aprendan el Corán.
El Corán posee una santidad de carácter físico. Los musulmanes prefieren acercarse y tocar el libro sagrado únicamente en un estado de pureza ritual, y éste tiene un poder o gracia divinos (baraka) que puede ser utilizado como medio de curación.
III) JUDAISMO
LA MISHNÁ Y EL TALMUD
Tras la destrucción del templo y sus ceremonias en el año 70 d. C, la identidad judía se basó en la transmisión del saber judío y la transferencia de los símbolos de la religión del templo a otros aspectos de la vida judía.
Los rabinos desarrollaron un sistema de leyes y costumbres a través de una intensa discusión sobre la tradición judía y su adaptación a las circunstancias cambiantes. Estas decisiones rabínicas o "leyes orales", que abarcaban todos los aspectos de la vida religiosa y secular, fueron codificadas hacia el año 200 d. C. en la Mishná ("La enseñanza"), que está dividido en seis "ordenaciones" y subdividido en 63 "tratados".
La Mishná se convirtió en objeto de posteriores discusiones en las distintas comunidades judías. Los amplios debates rabínicos sobre la Mishná, con opiniones tanto mayoritarias como minoritarias, fueron compiladas en el Talmud ("estudio"). Existen dos recopilaciones diferentes: el Talmud de Jerusalén (hacia 400 d. C.) y el Talmud de Babilonia (hacia 500 d. C.). El Talmud babilónico se convirtió en la colección de tradiciones judías aceptada por la mayoría. Ambos Talmudes emplean el mismo texto de la Mishná, pero difieren en el relato de los debates.
El Talmud es muy apreciado en círculos rabínicos y se le valora como un texto sagrado con una importancia similar a la de la Biblia. Todo el conjunto de adiciones (Tosafot), los comentarios y los comentarios de los comentarios han continuado hasta la época moderna.
Siguiendo la tradición rabínica de "construir una tapia en torno a la Torá", los rabinos trataron de salvaguardarla con regulaciones y costumbres adicionales. En teoría, se consideraba menos grave violar una de las "tapias" que uno de los 613 mandamientos fundamentales de la Torá propiamente dicha.
IV) HINDUISMO
LOS VEDAS
Todos los hindús tienen una reverencia profunda por el más antiguo de sus libros sagrados, los Vedas (Libros del Conocimiento). Los cuatro libros védicos son grandes colecciones de materiales entre los que destacan un gran número de himnos a dioses diversos; plegarias litúrgicas para recitar en los sacrificios; canciones para ejecutar con melodías tradicionales; exorcismos y encantamientos; creencias y por fin plegarias devocionales.
Los Vedas se componen de cuatro libros o colecciones. El más antiguo, y el mejor conocido, es el Rig-Veda, colección de algo así como 1.200 himnos dirigidos a varios dioses, aunque muy especialmente a Indra, dios de las tempestades y de los vientos, y a Angi, dios del fuego.
A los Vedas se les han añadido muchos tomos de comentarios, llamados Upanishads, que intentan explicar la postrera naturaleza de la realidad. Los Vedas originales y sus numerosos comentarios han producido una multitud de sectas o movimientos, y cada una de ellas se ha separado debido a su desacuerdo sobre las interpretaciones de algunos de los artículos de fe o sobre ciertos rituales que se siguen al celebrar sus devociones.
En el siglo VI a. JC., surgieron dos grandes disidencias hindús (Jainismo y Budismo) que discutieron algunas de las enseñanzas de los Vedas. Pero los que permanecieron bajo la "Sanatana Dharma" ("Ley eterna" o hinduísmo) adaptaron estos a las diferentes épocas y reinterpretaron sus creencias para que correspondieran a las nuevas condiciones de vida. Así los Vedas, continuaron ejerciendo una gran influencia en los hindús. Se abandonaron, se desplazaron o se modificaron muchos de los sacrificios, tradiciones y ritos, pero no así las creencias esenciales, tal como se dan en los Vedas, que continuaron ejerciendo un fuerte dominio sobre los seguidores del hinduísmo.
Los libros sagrados del hinduísmo son más numerosos que cualequier otra religión. Aparte de no existir ninguna obligatoriedad sobre el seguimiento de los Vedas, se añaden otros escritos como los Brahmanas (comentarios sobre los Vedas) y los Upanishads, que son especulaciones místicas y filosóficas. También se incorpora un gran número de obras apócrifas tenidas en gran estima y que, hoy en día, son mejor conocidas y ejercen mayor influencia sobre los hindús que la literatura védica propiamente dicha.
Hay que añadir también a la literatura anterior dos grandes epopeyas que han dejado un particular sello en el alma de todo hindú. El Ramayana nos presenta al dios Vishnú, "el preservador". En su 7º avatar (encarnación) aparece encarnado como el príncipe Rama. La misión de Rama sobre la tierra era salvar a la humanidad del mal, representado por el gobernante de los gigantes, el rey Raván. La otra gran epopeya es el Mahabarata que tiene mayor influencia. En esta epopeya, Vishnú, en su 8ª avatar se encarna como Krishna y expone sus doctrinas en una sección llamada Bhagavad-Gita (La Canción del Señor). Esta gran obra poética ha ganado lectores por todo el mundo. Tan sagrado consideran los hindús al Mahabharrata, que creen que leyendolo "destruye todo pecado y crea virtudes". Y precisamente al principio, al abrirse el Mahabharata, se hace la afirmación de que el hecho de recitar una sola estrofa es "suficiente para borrar mucho de lo malo".
BHAGAVAD GITA
Bhagavad Gita ("La Canción del Señor") es una de las más populares escrituras del hinduísmo. Forma parte de una obra mucho más extensa, la epopeya del Mahabharata (en donde se relata la guerra entre los grandes hermanos Pandavas y el Kauravas). En esta epopeya, Visnhú, en su 8º avatar (encarnación) como Krishna, expone sus doctrinas en esta sección a Arjuna, heroe de los Pandavas. Alguno incluso lo considera el 5º libro de los Vedas.
El Bhagavad Gita es un manual religioso, espiritual e histórico. Ha inspirado a muchos induístas - incluyendo Mahatma Gandhi, por citar uno de los más conocidois en occidente-. La teoría del karma, una de las fundamentales para entender el hinduísmo, está muy bien descrita entre las muchas cosas prácticas que Krishna comunica en su "gita" (canción).
Krishna, el Señor (bhagavad) revela a Arjuna que "la esencia del Gita es la visión de todas las cosas en Brahma y la visión de Brahma en todas las cosas". Las principales enseñanzas de Bhagwad Gita, se resumen en: a) Se deben realizar todos los deberes en el mundo, sin mirar a los frutos de la acción; b) Se debe diferenciar entre el interior de uno mismo (alma) y el no-uno mismo (cuerpo); c) Se debe realizar que toda existencia de cualquier ser, humano, animal, planta..., visible o invisible, no es más que una manifestación del Brahma (de ahí el respeto a todo ser vivo)
El Bhagavad Gita se fecha hacia mediados el tercer siglo A.C. Consiste en 700 versos repartidos en 18 capítulos. Se cree que se debe a la aportación de varios autores. Una parte fue escrita probablemente por un seguidor de la filosofía expresada en el Upanishads, del cual el Brahman es la fuerza primordial que da la unidad al universo. Otra parte, centrada en un visión más personal, se pudo haber agregado posteriormente por un devoto del dios supremo Vishnú.
El Bhagavad Gita es panentheístico más bien que pantheístico. Brahma se manifiesta en todas las cosas creadas, y todas las cosas tienden de nuevo a disolverse en Brahma. Pero el universo visible suelta solamente una fracción de la gloria de Vishnú. Hay también una parte oculta del dios que se extiende más allá del universo.
Sin embargo, el Gita contiene probablemente la expresión de más alcance, y más minuciosamente panteística. Brahma es el pináculo de todas las cosas: el sol radiante de luces, el órgano de los órganos del sentido, el intelecto de los seres, el océano de las aguas, el Himalaya de las montaña, el Ganges de los ríos. Él es también la esencia inherente de todo, incluyendo el mal.
El Bhagavad Gita es la expresión más alta de hinduísmo filosófico. Un libro sagrado dentro de otro libro. Esta gran obra se ha difundido por todo el mundo. Tan sagrado lo consideran los hindús que creen que leyéndolo "se destruye todo pecado y se crean las virtudes". Y precisamente al principio, al abrirse el Mahabharata, se hace la afirmación de que el hecho de recitar una sola estrofa es "suficiente para borrar mucho de lo malo".
Bhagavad Gita ("La Canción del Señor") es una de las más populares escrituras del hinduísmo. Forma parte de una obra mucho más extensa, la epopeya del Mahabharata (en donde se relata la guerra entre los grandes hermanos Pandavas y el Kauravas). En esta epopeya, Visnhú, en su 8º avatar (encarnación) como Krishna, expone sus doctrinas en esta sección a Arjuna, heroe de los Pandavas. Alguno incluso lo considera el 5º libro de los Vedas.
El Bhagavad Gita es un manual religioso, espiritual e histórico. Ha inspirado a muchos induístas - incluyendo Mahatma Gandhi, por citar uno de los más conocidois en occidente-. La teoría del karma, una de las fundamentales para entender el hinduísmo, está muy bien descrita entre las muchas cosas prácticas que Krishna comunica en su "gita" (canción).
Krishna, el Señor (bhagavad) revela a Arjuna que "la esencia del Gita es la visión de todas las cosas en Brahma y la visión de Brahma en todas las cosas". Las principales enseñanzas de Bhagwad Gita, se resumen en: a) Se deben realizar todos los deberes en el mundo, sin mirar a los frutos de la acción; b) Se debe diferenciar entre el interior de uno mismo (alma) y el no-uno mismo (cuerpo); c) Se debe realizar que toda existencia de cualquier ser, humano, animal, planta..., visible o invisible, no es más que una manifestación del Brahma (de ahí el respeto a todo ser vivo)
El Bhagavad Gita se fecha hacia mediados el tercer siglo A.C. Consiste en 700 versos repartidos en 18 capítulos. Se cree que se debe a la aportación de varios autores. Una parte fue escrita probablemente por un seguidor de la filosofía expresada en el Upanishads, del cual el Brahman es la fuerza primordial que da la unidad al universo. Otra parte, centrada en un visión más personal, se pudo haber agregado posteriormente por un devoto del dios supremo Vishnú.
El Bhagavad Gita es panentheístico más bien que pantheístico. Brahma se manifiesta en todas las cosas creadas, y todas las cosas tienden de nuevo a disolverse en Brahma. Pero el universo visible suelta solamente una fracción de la gloria de Vishnú. Hay también una parte oculta del dios que se extiende más allá del universo.
Sin embargo, el Gita contiene probablemente la expresión de más alcance, y más minuciosamente panteística. Brahma es el pináculo de todas las cosas: el sol radiante de luces, el órgano de los órganos del sentido, el intelecto de los seres, el océano de las aguas, el Himalaya de las montaña, el Ganges de los ríos. Él es también la esencia inherente de todo, incluyendo el mal.
El Bhagavad Gita es la expresión más alta de hinduísmo filosófico. Un libro sagrado dentro de otro libro. Esta gran obra se ha difundido por todo el mundo. Tan sagrado lo consideran los hindús que creen que leyéndolo "se destruye todo pecado y se crean las virtudes". Y precisamente al principio, al abrirse el Mahabharata, se hace la afirmación de que el hecho de recitar una sola estrofa es "suficiente para borrar mucho de lo malo".
V) BUDISMO
EL DHAMMAPADA
El Dhammapada ("El Camino del Dharma") es una de las obras maestras de la literatura budista india. Es un pequeño libro recopilatorio de las ideas más importantes del budismo. Consta de 423 estrofas, la mayoría de dos versos, repartidas en 26 capítulos. Una cuarta parte de los versos es recopilación de materiales dispersos por las otras obras del Canon Palí.
El Dhammapada es muy apreciado en los países budistas, en que ocupa en la vida religiosa del pueblo la misma posición importante que la Bhagavad-Gita en las regiones hinduistas. Se le considera la "joya de la literatura budista" y ha sido traducido a numerosos idiomas de Europa y Asia.
La obra ha sido valorada por los estudiosos del Budismo, no sólo como fuente importante para el conocimiento de las doctrinas de Buda, sino también por sus innegables méritos literarios, que se hacen presentes en muchas de sus estrofas.Como la mayoría de las antologías de versos, el Dhammapada es técnicamente desigual. Algunos versos son profundos y profundamente poéticos; otros, en cambio, son imperfectos y sin atractivo. Pero la característica principal del Dhammapada es la altura moral y espiritual, y un tono sereno típicamente budista de la obra.
El Dhammapada insiste ya en la idea ética, y muestra que hay dos formas de abordarla: como persona sabia, que hace el esfuerzo necesario para controlarse a sí mismo; y como persona insensata, que no ve ninguna razón para controlar la mente. El sabio llega a la felicidad y a la liberación, mientras que el insensato está abocado al sufrimiento y al ciclo implacable de las reencarnaciones
El propósito del Dhammapada es hacer el camino sabio atractivo, y dotarlo de las técnicas de la poesía para que este resulte fascinante y vital.
TRIPITAKA
Los Tres Cestos de la Sabiduría
Nunca el budismo tuvo un solo libro, como la Biblia o el Corán, que todos los creyentes aceptaran. Pero existe una inmensa colección de sermones y sentencias de Buda, así como enseñanzas que se le atribuyen, y todo esto se conoce como "Los Tres Cestos de la Sabiduría" (Tripitaka).
Los budismos "theravada" y "mahayana" tienen algunas escrituras en común. Pero la corriente mahayana, al expandirse por Asia, amplió considerablemente los escritos sobre Buda y su doctrina. Hoy las escrituras de las diversas tradiciones budistas son más extensas que las de cualquier otra religión. Las escrituras budistas son un tesoro de sabiduría espiritual de la humanidad.
Durante quinientos años tras la muerte del Buda, sus seguidores memorizaron y recitaron sus enseñanzas. El Sangha (la comunidad monacal budista) se reunió para ponerse de acuerdo sobre las enseñanzas del Buda y las conservaron oralmente, pese a que los indios tenían un idioma escrito (ya que para la tradición hindú, la pronunciación de las palabras sagradas tenía un valor especial). El hecho de que la mayor parte del canon estuviera en verso y utilizara locuciones corrientes facilitaba la memorización.
Con el paso de los años y la irrupción de diferencias en la religión, se hizo más grande la necesidad de poner por escrito las enseñanzas del Buda. Las primeras escrituras budistas se inscribieron en hojas de palmera poco después del año 43 a. de C. en Ceilán. Escritas en lengua pali, se convirtieron en la base escrita del budismo theravada. Se les dio el nombre de Tipitaka -que significa "tres cestos"- por haber dividido los textos en tres categorías diferentes y haber sido generalmente almacenados en cestos.
El primer cesto es el Vinaya Pitaka, o "cesto de disciplina". Estos escritos conciernen al Sangha. Estipulan las reglas de disciplina del Buda para los monjes y las monjas. Además, informan sobre la fundación e historia de los primeros monasterios.
La segundo cesto es el Sutta Pitaka, o "cesto de los discursos". Este cesto contiene los suttas o sermones e historias del Buda y sus primeros discípulos. En éstos, Buda define su doctrina y las prácticas necesarias para alcanzar el Nirvana.
El tercer cesto es el Abhiddbamma Pitaka, o "cesto de la razón". Contiene comentarios filosóficos sobre las enseñanzas del budismo.
Posteriormente, en el siglo II de nuestra era, los budistas mahayana coleccionaron sus escritos en sánscrito. Entre los trabajos más importantes contenidos en el Tripitaka mahayana se halla el Loto Sutra. El tema del Loto Sufra es la salvación universal y la budificación de sus creyentes. En el Asia Oriental, muchos budistas creen que el Loto Sufra abraza y armoniza todo el espectro del budismo.
Ninguna escritura budista ha sido más difundida que el Dhammapada ("Camino de la Rectitud"). Es una fuente de sabiduría y una selección de breves proverbios que Buda hizo durante sus cuarenta y cinco años de enseñanza. Es uno de los más conocidos textos budistas en occidente y trata de temas tan variados como amistad, pensamiento, severidad, castigo y maldad.
VI) CONFUCIONISMO
LIBROS CONFUCIONISTAS
El prestigio de Confucio se basa en la de compilador. Confucio ha sido venerado durante siglos a causa de algunos textos que no son suyos sino documentos antiguos recogidos en antologías, como los Clásicos, o máximas y diálogos transcritos por sus discípulos después de su muerte, como los Cuatro Libros.
Los "Clásicos" (una colección de cinco libros) nos dan a conocer las antiguas tradiciones que Confucio recogió e hizo suyas. Sólo el "Chuen tsieu" (las primaveras y los otoños), el último de los cinco libros clásicos, fue redactado, en parte, por Confucio. Se presenta como una simple crónica del principado de la dinastía Lu (ss.VII-V a. JC). Confucio presenta los hechos de manera que se pueda extraer de ellos una enseñanza moral o política de validez universal.
Los Clásicos poseen en China una autoridad indiscutida. Servían de enseñanza en las escuelas y se usaban como libros de moral para todos los chinos. Contienen la tradición de la vieja civilización china, y las biografías de los hombres-sabios de la antigüedad. Algunos sostienen, que incluso son una especie de revelación, una revelación de los sabios y no de la divinidad.
"Los Cuatro Libros" es una obra de los discípulos próximos de Confucio que la redactan entre los siglos IV-III a. JC. En ellos se resumen, ya en forma de sentencias, ya con una exposición sistemática, las grandes tesis de la moral confuciana y las enseñanzas del mismo Confucio. Es un retrato del sabio, del hombre superior que alcanza el equilibrio de las pasiones sometiéndose a la naturaleza y contribuye así a la armonía del universo.
A los Cuatro Libros se agrega, finalmente, el "Libro de la piedad filial" (Hico king), breve diálogo entre Confucio y su discípulo Tseng-tsan, que es muy conocido y valorado por los mismos conficionistas.
VII) SINTOISMO
FUENTES RELIGIOSAS DEL SINTOÍSMO
Los antepasados de los japoneses actuales procedían, al parecer, de dos bases muy alejadas una de otra: algunos, de raza uralo-mongólica, de la China, a través de Corea; otros, malayo-polinesios, de Oceanía, por mar. Estos movimientos de invasión debieron de producirse durante todo el primer milenio antes de nuestra era. La tradición japonesa hace remontar la fundación del imperio entre los ss.VII-VI a. de J.C.
Hasta el siglo VI, el Japón vivió casi totalmente aislado del continente asiático. Las creencias religiosas se transmitían oralmente. El Shinto, por otra parte, no posee una verdadera literatura sagrada, aparte las plegarias rituales recitadas en el curso de los sacrificios.
Las fuentes escritas se reducen al Kojiki y el Nihongi que fueron compuestos en el siglo VIII, en el momento en que el Japón, tomaba conciencia por primera vez de su personalidad propia ante la influencia creciente del budismo.
El Kojiki (Colección de las cosas antiguas) se presenta como una crónica de los acontecimientos ocurridos desde la creación del mundo hasta el final del reinado de la emperatriz Suiko (s.VII) Si bien el Kojiki no tiene un gran valor histórico, su prefacio es esencial para la historia religiosa, puesto que expone los diversos mitos y relaciones legendarias que se hallan en la base del Shinto.
El Nihongi (Crónicas del Japón ) es una obra colectiva compuesta a principios del s.VIII bajo la dirección del principe Toneri. El libro se presenta de la misma manera que el Kojiki: cronología y narraciones legendarias, que aquí aparecen con numerosas variantes.
El Engishiki (Reglamentos de la era Engi), redactado en el primer tercio del s.X, se compone de 50 libros, 10 de los cuales tratan de las fiestas, del clero, del ceremonial de los templos y de los dioses a quienes están dedicados. En el curso de los siglos IX-X se empezó a fijar por escrito el conjunto de las leyes politicas y religiosas que habían permanecido vivas oralmente. En lo que concierne al Shinto, esta es la más interesante de estas colecciones. En el libro octavo, encontramos 27 textos litúrgicos: se trata de plegarias rituales de virtud mágica, sin duda muy antiguas, que se utilizaban con ocasión de las grandes fiestas.
Otro código, el Taisho, está dedicado en parte a la organización del sacerdocio y de las fiestas.
FUENTES RELIGIOSAS DEL SINTOÍSMO
Los antepasados de los japoneses actuales procedían, al parecer, de dos bases muy alejadas una de otra: algunos, de raza uralo-mongólica, de la China, a través de Corea; otros, malayo-polinesios, de Oceanía, por mar. Estos movimientos de invasión debieron de producirse durante todo el primer milenio antes de nuestra era. La tradición japonesa hace remontar la fundación del imperio entre los ss.VII-VI a. de J.C.
Hasta el siglo VI, el Japón vivió casi totalmente aislado del continente asiático. Las creencias religiosas se transmitían oralmente. El Shinto, por otra parte, no posee una verdadera literatura sagrada, aparte las plegarias rituales recitadas en el curso de los sacrificios.
Las fuentes escritas se reducen al Kojiki y el Nihongi que fueron compuestos en el siglo VIII, en el momento en que el Japón, tomaba conciencia por primera vez de su personalidad propia ante la influencia creciente del budismo.
El Kojiki (Colección de las cosas antiguas) se presenta como una crónica de los acontecimientos ocurridos desde la creación del mundo hasta el final del reinado de la emperatriz Suiko (s.VII) Si bien el Kojiki no tiene un gran valor histórico, su prefacio es esencial para la historia religiosa, puesto que expone los diversos mitos y relaciones legendarias que se hallan en la base del Shinto.
El Nihongi (Crónicas del Japón ) es una obra colectiva compuesta a principios del s.VIII bajo la dirección del principe Toneri. El libro se presenta de la misma manera que el Kojiki: cronología y narraciones legendarias, que aquí aparecen con numerosas variantes.
El Engishiki (Reglamentos de la era Engi), redactado en el primer tercio del s.X, se compone de 50 libros, 10 de los cuales tratan de las fiestas, del clero, del ceremonial de los templos y de los dioses a quienes están dedicados. En el curso de los siglos IX-X se empezó a fijar por escrito el conjunto de las leyes politicas y religiosas que habían permanecido vivas oralmente. En lo que concierne al Shinto, esta es la más interesante de estas colecciones. En el libro octavo, encontramos 27 textos litúrgicos: se trata de plegarias rituales de virtud mágica, sin duda muy antiguas, que se utilizaban con ocasión de las grandes fiestas.
Otro código, el Taisho, está dedicado en parte a la organización del sacerdocio y de las fiestas.
VIII) TAOÍSMO
Lao-Tze y el Tao-te Ching
El Tao-te Ching es un libro dificil de dominar. Consta de 81 capítulos en un volumen, sin orden, en el que se mezclan imágenes y aforismos. Su redacción se atribuye a Lao-tse, aunque es seguro que éste no lo escribió. Probablemente las ideas sean suyas, pero el libro en sí es una antología de textos elaborados en los circulos taoístas entre los siglos V y II a. de JC.
Lao-tse (viejo maestro) es el autor del tratado Tao y su Virtud: el evangelio taoísta y el más antiguo tratado de filosofia china que ha llegado hasta nosotros.
Muy poco se sabe de su vida. Su nombre verdadero era Po-Yang Li. Vivió hacia los años 570 a 490, a. JC. Fué bibliotecario de la Corte imperial de los Chou, y, según la tradición taoista, cansado del desorden del Imperio, la abandonó. A falta de noticias verdaderas, han abundado las leyendas sobre este curioso personaje, que introdujo en China una nueva ideología.
El Dios de la fe patriarcal primitiva de China era el Cielo, y el emperador era el hijo predilecto del Cielo y su único intermediario. Para destronar al tirano reinante, la noble familia Chou, Lao-tse invierte estos planteamientos. La nueva divinidad de Lao-tse no es ya el Cielo, sino el Tao. El Cielo queda en segundo lugar, en un plano inferior sometido al Tao.
El Tao-Te Ching no es un tratado teológico. Inútilmente buscaremos una doctrina sistemática bien definida en sus distinciones y aclaraciones sobre la naturaleza y atributos del Tao. Es un libro sapiencial, un tratado de perfección con documentos para la vida privada y para la vida social del hombre perfecto, del sabio.
Sus 81 capítulos son breves esquemas de lecciones, que comienzan estableciendo un principio doctrinal y terminan con una aplicación práctica, proponiendo una virtud del Tao a imitar, o una sabia norma de conducta para la vida.
Muchos discípulos y autores, que más tarde interpretaron la naturaleza metafísica del Tao-te King, desenvolvieron extensos comentarios sobre cómo debería entenderse el libro. Algunas explicaciones se ramificaron en creencias y supersticiones relacionadas apenas remotamente con las enseñanzas del taoísmo.
Lao-Tze y el Tao-te Ching
El Tao-te Ching es un libro dificil de dominar. Consta de 81 capítulos en un volumen, sin orden, en el que se mezclan imágenes y aforismos. Su redacción se atribuye a Lao-tse, aunque es seguro que éste no lo escribió. Probablemente las ideas sean suyas, pero el libro en sí es una antología de textos elaborados en los circulos taoístas entre los siglos V y II a. de JC.
Lao-tse (viejo maestro) es el autor del tratado Tao y su Virtud: el evangelio taoísta y el más antiguo tratado de filosofia china que ha llegado hasta nosotros.
Muy poco se sabe de su vida. Su nombre verdadero era Po-Yang Li. Vivió hacia los años 570 a 490, a. JC. Fué bibliotecario de la Corte imperial de los Chou, y, según la tradición taoista, cansado del desorden del Imperio, la abandonó. A falta de noticias verdaderas, han abundado las leyendas sobre este curioso personaje, que introdujo en China una nueva ideología.
El Dios de la fe patriarcal primitiva de China era el Cielo, y el emperador era el hijo predilecto del Cielo y su único intermediario. Para destronar al tirano reinante, la noble familia Chou, Lao-tse invierte estos planteamientos. La nueva divinidad de Lao-tse no es ya el Cielo, sino el Tao. El Cielo queda en segundo lugar, en un plano inferior sometido al Tao.
El Tao-Te Ching no es un tratado teológico. Inútilmente buscaremos una doctrina sistemática bien definida en sus distinciones y aclaraciones sobre la naturaleza y atributos del Tao. Es un libro sapiencial, un tratado de perfección con documentos para la vida privada y para la vida social del hombre perfecto, del sabio.
Sus 81 capítulos son breves esquemas de lecciones, que comienzan estableciendo un principio doctrinal y terminan con una aplicación práctica, proponiendo una virtud del Tao a imitar, o una sabia norma de conducta para la vida.
Muchos discípulos y autores, que más tarde interpretaron la naturaleza metafísica del Tao-te King, desenvolvieron extensos comentarios sobre cómo debería entenderse el libro. Algunas explicaciones se ramificaron en creencias y supersticiones relacionadas apenas remotamente con las enseñanzas del taoísmo.
IX) OTROS
1.-LAS EPOPEYAS BABILÓNICAS
Además de los abundantes documentos relativos a la oración, la magia, la adivinación, la moral, etc., la antigua Babilonia nos ofrece largos poemas épicos y cosmogónicos, que proponen una explicación de los misterios del universo y de la vida humana.
La Epopeya de Gilgemesh ("Sha Tragba imaru") es el texto épico más antiguo de la humanidad. Su primera versión conocida, en sumerio, data aproximadamente del año 2500 a. de J.C.
Nos cuenta cómo el héroe Gilgamesh, rey de Uruk, a la vez dios y hombre, fue presa del dolor a la muerte de su compañero Enkidu, cómo se lanzó a la búsqueda de la planta de la inmortalidad y se la dejó arrebatar después de haberla encontrado. Este dato traduce fielmente la concepción melancólica, desesperada, que los babilonios tuvieron de la muerte. El interés principal del poema estriba en la tablilla del encuentro de Gilgamesh con Utnapishtim -una especie de Noé babilónico-, quien relata a Gilgamesh la historia del gran diluvio.
El Poema de la Creación ("Enuma Elish") data de los siglos XIX-XVI a. de J.C. Transcrito en seis tablillas de unos 140 versículos cada una, el poema ha llegado hasta nosotros en su mayor parte.
En el origen, el mundo se hallaba sumergido en las aguas dulces y amargas; Apsu, el Océano, y Tiamat, el Mar, lo cubrían todo. Mezclando sus aguas, engendraron a los dioses; el orden salió del caos. A medida que las parejas divinas se sucedían, se emancipaban haciéndose más perfectos, hasta llegar a la tríada suprema, Ana, En-lil, Ea (= En-Ki). Pero la actividad de los dioses acabó por turbar el reposo del Caos. Entonces Tiamat suscita monstruos de todas clases, serpientes y dragones, ante los cuales los dioses retroceden, asustados. Pero uno de ellos se levanta: es Marduk, señor de Babilonta. Lucha y se enfrenta solo con el Caos. Y corta su cuerpo en dos pedazos: con los que creará el el firmamento y la tierra, y engendra a los hombres con su propia sangre.
La gran importancia del Poema de la Creación en la vida litúrgica de Babilonia se debe al lugar preponderante que otorga al dios de la ciudad, Marduk (la obra lleva también el título de Poema de la exaltación de Marduk). Es posible que en la época de la primera dinastía de Babilonia se redactara de nuevo una versión antigua del poema, cuando la política imperial se esforzaba en hacer de Marduk, símbolo del poderío de la ciudad de Hamurabi, el primero entre todos los dioses.
2.- EL AVESTA (ZOROASTRISMO)
El famoso libro sagrado del zoroastrismo iraní es el Avesta. En su forma actual, está compuesto de dos grandes partes.
Por un lado nos encontramos con los textos litúrgicos , consistentes en himnos para los sacrificios, reglas referentes a todas las circunstancias de la vida, los ritos y normas de purificación del mal. Se encuentran también en él varias narraciones cosmogónicas y mitológicas y una colección de oraciones y de invocaciones.
La segunda parte la compone el Pequeño Avesta (Khordah Avesta), mucho más reciente que los libros precedentes, y cuyo contenido lo forman himnos de gran belleza poética dirigidos a las diversas divinidades secundarias (yazatas) que el mazdeísmo tardío ha incorporado a la religión monoteísta de Zoroastro. Dichos himnos servian para las devociones privadas y podían ser recitados tanto por los laicos como por los sacerdotes.
El Avesta no es obra de un autor único (Zoroastro), sino que en realidad se trata de una obra incompleta y dispar, cuya redacción debió de extenderse a lo largo de varios siglos. El libro comprende 21 tratados y tal como lo conservamos hoy representa, como máximo, una cuarta parte de la obra primitiva. Ésta fue transmitida oralmente durante siglos: entre los años 200 y 400 de nuestra era.
La parte más antigua del Avesta, por su morfología, su sintaxis y su métrica, muy parecidas a las de los Vedas, se distingue de todas las demás partes: se trata de una serie de 17 himnos, de un millar de versos aproximadamente, y constituyen la fuente más auténtica para conocer la vida real de Zoroastro, podrian ser, incluso, obra personal del reformador.
3.- CÁNON JAINISTA: Los "Doce Angas"
Despues de la muerte de Mahavira y durante largo tiempo su mensaje fue transmitido por tradición oral, hasta que sus discípulos reunieron sus sermones en los llamados "Doce Angas" (preceptos), que se convirtieron en las escrituras sagradas del jainismo. Fueron fijados en lengua prákrita, hacia el año 300 a. de J.C., unos doscientos años después de la muerte del Mahavira.
Con el tiempo, los adeptos del jainismo se fueron dividiendo en dos sectas por diferencias doctrinales: Los swatambara, cuyos sacerdotes se visten de blanco, y los digambara, cuyos sacerdotes se "visten de cielo", usando únicamente taparrabos. Ambas sectas se adhieren a los cinco mandamientos del alma, proclamados por Mahavira.
El punto clave del jainismo es el primer mandamiento: "No mates a ninguna cosa viviente; no lastimes a ninguna cosa viviente mediante la palabra, pensamiento o acto, ni siquiera en defensa propia" (precepto ahimsa). Para cumplir con el primer mandamiento, en el espíritu en que se les proclamó, los jainas se convirtieron en vegetarianos, pacifistas y siempre se han opuesto a las guerras y nunca portan armas.
También destacan estas escrituras la importancia de la autonegación y la ascésis, así como el deber de compartir lo que se posee con los otros y ocuparse de los demás a través de caridad solidaria a todo ser viviente enfermo o necesitado (humano o animal). Su religión les exige muchas cosas, y las deben cumplir bien, diariamente. La primera de todas es la de llevar a cabo, por lo menos, un acto de caridad todos los días.
En los libros sagrados de los jainas está escrito que esta religión se destina a toda la humanidad. Es una religión universal donde las creencias en la generosidad, en la humildad, en la responsabilidad personal hacia todos los que se encuentran en la necesidad y la dedicación a la paz, no encuentran fronteras. La realidad es que las enseñanzas de Mahavira nunca arraigaron fuera de la India.
4.- LIBROS SAGRADOS DE LOS MAYAS
Además de los códices precoloniales de los que quedan muy pocos, ya que el celo de los misioneros españoles les llevó a quemar numerosas obras mayas identificadas como manuales de brujería, tenemos varios manuscritos postcolombinos escritos por indígenas a quienes los frailes habían enseñado a registrar su lengua por medio del alfabeto castellano. En estos libros anotaron los indígenas todos los restos que de su ciencia antigua lograron reunir. Entre los que conocemos, escritos en maya, están básicamente los "Libros del Chilam Balám", y el "Popol Vuh" o "Libro de los quichés.
"POPOL VUH" (o "Libro del Indígena Quiché")
Tal vez es la obra maya más grande y el documento conocido más importante sobre la religión maya. El Popol Vuh refleja la cultura quiché de las tierras altas de Guatemala. Dicho texto sagrado es similar a otros libros religiosos y a otros textos mitológicos de diversas religiones (por ejemplo, la Biblia y mitología griega).
El libro del Consejo Indígena Quiché, llamado Popol Vuh por Brasseur de Bourbourg, fué escrito originalmente en piel de venado, luego transcrito en 1542 a letras latinas por Fray Alonso del Portillo de Noreña. La copia que sobrevivió del Popol Vuh procede de la obra del dominico Fray Francisco Ximénez, quien entre 1701 y 1703 copió y tradujo el manuscrito al español, mientras era párroco en la ciudad de Chichicastenango. La transcripción original de Ximénez, junto con la traducción española que la acompaña, se encuentran en la actualidad en la Biblioteca Newberry de Chicago.
El Popol Vuh contiene numerosas narraciones (mitos, ritos y figuras esotéricas) que forman una unidad religiosa en su conjunto. Nos revelan la manera de concebir el mundo, los dioses y la vida de los mayas. El Popol Vuh es la historia maya de la creación en la que se describe cómo los dioses formaron la tierra a partir del caos y crearon la luz y la vida. Después crearon al hombre del maíz para que fuera el guardián del universo. Hasta hoy, los mayas todavía consideran a la tierra como sagrada y el maíz aún es la base de su alimentación.
La obra está dividida temáticamente en tres grandes secciones: la primera relata los primeros orígenes del mundo; la segunda, las hazañas míticas de las dos parejas de gemelos y los orígenes de los hombres modernos y de la civilización del maíz; y la tercera, la historia legendaria de los quichés, terminando con una lista de reyes que abarca hasta 1550.
En la mitología maya contenida en el Popol Vuh destaca el episodio de los héroes gemelos y su descenso al reino de ultratumba. Se piensa que este mito es una recopilación de muchos mitos mayas y, como a tal, tiene un significado mucho más profundo que la historia que él implica. Cuenta los ideales del maya antiguo y sus creencias.
CHILAM BALAM
Los Códices sagrados del Chilam Balam son un conjunto de varios libros que narran el modo de vivir de los mayas, antes y después de la conquista.
Tal como han llegado hasta nosotros, estos libros contienen abundante información sobre la vida en el Yucatán colonial. Tangencialmente, se nota el influjo del medio en que fueron escritos: la cultura española. En lo básico, dejan constancia de las tradiciones religiosas y mitológicas de los mayas. Asimismo, es de gran importancia la "cuenta de los katunes", pues trata sobre los principales sucesos de la historia, vistos conforme al concepto maya del tiempo cíclico.
Aparte del Popol Vuh quiché perteneciente a las tierras altas de Guatemala, los libros del Chilam Balam son otro gran compendio de la primitiva mitología maya procedente de las tierras bajas de la Península de Yucatán. También fue traducido al latín en el periodo colonial. Éste toma su nombre del sacerdote-gobernante maya Chilam Balam, que profetizó la llegada de los españoles. Existen varias versiones. Las más famosas son la de Tizimin, la de Chumayel…, que toman el nombre de la ciudad de la que proceden.
Cada libro del Chilam Balam lo guardaba el jefe, sabio o sacerdote de un pueblo o grupo. Para lograr su rápida identificación, al libro se le añadía el nombre de ese grupo. De ahí que tengamos, por ejemplo, un Chilam Balam de Chumayel. Además de éste han sobrevivido los de Maní, Tizimín, Laua, Ixil y Tusik.
Al conjunto de estas obras se lo conoce bajo el título de "Los Libros del Chilam Balam". La mayor parte de los textos son de índole mística; otros, contienen síntesis de relaciones de hechos, aunque también con un sentido indudablemente religioso; otros, son cronologías extremadamente sintéticas llamadas "Serie de los Katunes"; y hay también fórmulas simbólicas de iniciación religiosa. La última parte del manuscrito consiste, principalmente, en la transcripción de las profecías atribuidas al sacerdote Chilam Balam y a otros.
1.-LAS EPOPEYAS BABILÓNICAS
Además de los abundantes documentos relativos a la oración, la magia, la adivinación, la moral, etc., la antigua Babilonia nos ofrece largos poemas épicos y cosmogónicos, que proponen una explicación de los misterios del universo y de la vida humana.
La Epopeya de Gilgemesh ("Sha Tragba imaru") es el texto épico más antiguo de la humanidad. Su primera versión conocida, en sumerio, data aproximadamente del año 2500 a. de J.C.
Nos cuenta cómo el héroe Gilgamesh, rey de Uruk, a la vez dios y hombre, fue presa del dolor a la muerte de su compañero Enkidu, cómo se lanzó a la búsqueda de la planta de la inmortalidad y se la dejó arrebatar después de haberla encontrado. Este dato traduce fielmente la concepción melancólica, desesperada, que los babilonios tuvieron de la muerte. El interés principal del poema estriba en la tablilla del encuentro de Gilgamesh con Utnapishtim -una especie de Noé babilónico-, quien relata a Gilgamesh la historia del gran diluvio.
El Poema de la Creación ("Enuma Elish") data de los siglos XIX-XVI a. de J.C. Transcrito en seis tablillas de unos 140 versículos cada una, el poema ha llegado hasta nosotros en su mayor parte.
En el origen, el mundo se hallaba sumergido en las aguas dulces y amargas; Apsu, el Océano, y Tiamat, el Mar, lo cubrían todo. Mezclando sus aguas, engendraron a los dioses; el orden salió del caos. A medida que las parejas divinas se sucedían, se emancipaban haciéndose más perfectos, hasta llegar a la tríada suprema, Ana, En-lil, Ea (= En-Ki). Pero la actividad de los dioses acabó por turbar el reposo del Caos. Entonces Tiamat suscita monstruos de todas clases, serpientes y dragones, ante los cuales los dioses retroceden, asustados. Pero uno de ellos se levanta: es Marduk, señor de Babilonta. Lucha y se enfrenta solo con el Caos. Y corta su cuerpo en dos pedazos: con los que creará el el firmamento y la tierra, y engendra a los hombres con su propia sangre.
La gran importancia del Poema de la Creación en la vida litúrgica de Babilonia se debe al lugar preponderante que otorga al dios de la ciudad, Marduk (la obra lleva también el título de Poema de la exaltación de Marduk). Es posible que en la época de la primera dinastía de Babilonia se redactara de nuevo una versión antigua del poema, cuando la política imperial se esforzaba en hacer de Marduk, símbolo del poderío de la ciudad de Hamurabi, el primero entre todos los dioses.
2.- EL AVESTA (ZOROASTRISMO)
El famoso libro sagrado del zoroastrismo iraní es el Avesta. En su forma actual, está compuesto de dos grandes partes.
Por un lado nos encontramos con los textos litúrgicos , consistentes en himnos para los sacrificios, reglas referentes a todas las circunstancias de la vida, los ritos y normas de purificación del mal. Se encuentran también en él varias narraciones cosmogónicas y mitológicas y una colección de oraciones y de invocaciones.
La segunda parte la compone el Pequeño Avesta (Khordah Avesta), mucho más reciente que los libros precedentes, y cuyo contenido lo forman himnos de gran belleza poética dirigidos a las diversas divinidades secundarias (yazatas) que el mazdeísmo tardío ha incorporado a la religión monoteísta de Zoroastro. Dichos himnos servian para las devociones privadas y podían ser recitados tanto por los laicos como por los sacerdotes.
El Avesta no es obra de un autor único (Zoroastro), sino que en realidad se trata de una obra incompleta y dispar, cuya redacción debió de extenderse a lo largo de varios siglos. El libro comprende 21 tratados y tal como lo conservamos hoy representa, como máximo, una cuarta parte de la obra primitiva. Ésta fue transmitida oralmente durante siglos: entre los años 200 y 400 de nuestra era.
La parte más antigua del Avesta, por su morfología, su sintaxis y su métrica, muy parecidas a las de los Vedas, se distingue de todas las demás partes: se trata de una serie de 17 himnos, de un millar de versos aproximadamente, y constituyen la fuente más auténtica para conocer la vida real de Zoroastro, podrian ser, incluso, obra personal del reformador.
3.- CÁNON JAINISTA: Los "Doce Angas"
Despues de la muerte de Mahavira y durante largo tiempo su mensaje fue transmitido por tradición oral, hasta que sus discípulos reunieron sus sermones en los llamados "Doce Angas" (preceptos), que se convirtieron en las escrituras sagradas del jainismo. Fueron fijados en lengua prákrita, hacia el año 300 a. de J.C., unos doscientos años después de la muerte del Mahavira.
Con el tiempo, los adeptos del jainismo se fueron dividiendo en dos sectas por diferencias doctrinales: Los swatambara, cuyos sacerdotes se visten de blanco, y los digambara, cuyos sacerdotes se "visten de cielo", usando únicamente taparrabos. Ambas sectas se adhieren a los cinco mandamientos del alma, proclamados por Mahavira.
El punto clave del jainismo es el primer mandamiento: "No mates a ninguna cosa viviente; no lastimes a ninguna cosa viviente mediante la palabra, pensamiento o acto, ni siquiera en defensa propia" (precepto ahimsa). Para cumplir con el primer mandamiento, en el espíritu en que se les proclamó, los jainas se convirtieron en vegetarianos, pacifistas y siempre se han opuesto a las guerras y nunca portan armas.
También destacan estas escrituras la importancia de la autonegación y la ascésis, así como el deber de compartir lo que se posee con los otros y ocuparse de los demás a través de caridad solidaria a todo ser viviente enfermo o necesitado (humano o animal). Su religión les exige muchas cosas, y las deben cumplir bien, diariamente. La primera de todas es la de llevar a cabo, por lo menos, un acto de caridad todos los días.
En los libros sagrados de los jainas está escrito que esta religión se destina a toda la humanidad. Es una religión universal donde las creencias en la generosidad, en la humildad, en la responsabilidad personal hacia todos los que se encuentran en la necesidad y la dedicación a la paz, no encuentran fronteras. La realidad es que las enseñanzas de Mahavira nunca arraigaron fuera de la India.
4.- LIBROS SAGRADOS DE LOS MAYAS
Además de los códices precoloniales de los que quedan muy pocos, ya que el celo de los misioneros españoles les llevó a quemar numerosas obras mayas identificadas como manuales de brujería, tenemos varios manuscritos postcolombinos escritos por indígenas a quienes los frailes habían enseñado a registrar su lengua por medio del alfabeto castellano. En estos libros anotaron los indígenas todos los restos que de su ciencia antigua lograron reunir. Entre los que conocemos, escritos en maya, están básicamente los "Libros del Chilam Balám", y el "Popol Vuh" o "Libro de los quichés.
"POPOL VUH" (o "Libro del Indígena Quiché")
Tal vez es la obra maya más grande y el documento conocido más importante sobre la religión maya. El Popol Vuh refleja la cultura quiché de las tierras altas de Guatemala. Dicho texto sagrado es similar a otros libros religiosos y a otros textos mitológicos de diversas religiones (por ejemplo, la Biblia y mitología griega).
El libro del Consejo Indígena Quiché, llamado Popol Vuh por Brasseur de Bourbourg, fué escrito originalmente en piel de venado, luego transcrito en 1542 a letras latinas por Fray Alonso del Portillo de Noreña. La copia que sobrevivió del Popol Vuh procede de la obra del dominico Fray Francisco Ximénez, quien entre 1701 y 1703 copió y tradujo el manuscrito al español, mientras era párroco en la ciudad de Chichicastenango. La transcripción original de Ximénez, junto con la traducción española que la acompaña, se encuentran en la actualidad en la Biblioteca Newberry de Chicago.
El Popol Vuh contiene numerosas narraciones (mitos, ritos y figuras esotéricas) que forman una unidad religiosa en su conjunto. Nos revelan la manera de concebir el mundo, los dioses y la vida de los mayas. El Popol Vuh es la historia maya de la creación en la que se describe cómo los dioses formaron la tierra a partir del caos y crearon la luz y la vida. Después crearon al hombre del maíz para que fuera el guardián del universo. Hasta hoy, los mayas todavía consideran a la tierra como sagrada y el maíz aún es la base de su alimentación.
La obra está dividida temáticamente en tres grandes secciones: la primera relata los primeros orígenes del mundo; la segunda, las hazañas míticas de las dos parejas de gemelos y los orígenes de los hombres modernos y de la civilización del maíz; y la tercera, la historia legendaria de los quichés, terminando con una lista de reyes que abarca hasta 1550.
En la mitología maya contenida en el Popol Vuh destaca el episodio de los héroes gemelos y su descenso al reino de ultratumba. Se piensa que este mito es una recopilación de muchos mitos mayas y, como a tal, tiene un significado mucho más profundo que la historia que él implica. Cuenta los ideales del maya antiguo y sus creencias.
CHILAM BALAM
Los Códices sagrados del Chilam Balam son un conjunto de varios libros que narran el modo de vivir de los mayas, antes y después de la conquista.
Tal como han llegado hasta nosotros, estos libros contienen abundante información sobre la vida en el Yucatán colonial. Tangencialmente, se nota el influjo del medio en que fueron escritos: la cultura española. En lo básico, dejan constancia de las tradiciones religiosas y mitológicas de los mayas. Asimismo, es de gran importancia la "cuenta de los katunes", pues trata sobre los principales sucesos de la historia, vistos conforme al concepto maya del tiempo cíclico.
Aparte del Popol Vuh quiché perteneciente a las tierras altas de Guatemala, los libros del Chilam Balam son otro gran compendio de la primitiva mitología maya procedente de las tierras bajas de la Península de Yucatán. También fue traducido al latín en el periodo colonial. Éste toma su nombre del sacerdote-gobernante maya Chilam Balam, que profetizó la llegada de los españoles. Existen varias versiones. Las más famosas son la de Tizimin, la de Chumayel…, que toman el nombre de la ciudad de la que proceden.
Cada libro del Chilam Balam lo guardaba el jefe, sabio o sacerdote de un pueblo o grupo. Para lograr su rápida identificación, al libro se le añadía el nombre de ese grupo. De ahí que tengamos, por ejemplo, un Chilam Balam de Chumayel. Además de éste han sobrevivido los de Maní, Tizimín, Laua, Ixil y Tusik.
Al conjunto de estas obras se lo conoce bajo el título de "Los Libros del Chilam Balam". La mayor parte de los textos son de índole mística; otros, contienen síntesis de relaciones de hechos, aunque también con un sentido indudablemente religioso; otros, son cronologías extremadamente sintéticas llamadas "Serie de los Katunes"; y hay también fórmulas simbólicas de iniciación religiosa. La última parte del manuscrito consiste, principalmente, en la transcripción de las profecías atribuidas al sacerdote Chilam Balam y a otros.
5.- EL BARDO THODOL o LIBRO DE LOS MUERTOS TIBETANO.
El Bardo Thodol o Libro Tibetano de los Muertos es un libro de instrucciones para los difuntos y para los moribundos, es el Libro del Arte del Morir tan importante como el Arte de vivir del que es su complemento. Es una guía para el difunto en el periodo en el periodo llamado Bardo por los Budistas, un estado intermedio entre una Muerte y el Reencarnación siguiente. Este periodo o Bardo dura simbólicamente 49 días (7x7).
La composición del Bardo Thodol se atribuye a Padma Sambhava (el fundador del Lamaismo) en el siglo VIII d.c. Fue ocultado para preservarlo de su destrucción a comienzos s.IX durante la persecución del Budismo donde la mayoría de los monjes fueron muertos o expulsados del Tíbet. Estas escrituras permanecieron así ocultas durante años hasta que en los siglos siguientes, se descubrieron y se volvieron a propagar. Los nuevos predicadores se les denominaron "Reveladores del Tesoro".
El nombre Bardo Thodol significa la 'Liberación mediante la Audición en el Plano Postmortem", y trata el ciclo total de la existencia samsárica, o sea el interludio que media entre la muerte y el nuevo nacimiento. Por tanto se subrayan los conceptos de "karma" (ley de los actos) y "samsara" (reencarnación) que son aceptados como leyes esenciales.
El Bardo Thodol describe minuciosamente como celebrar la ceremonia mortuoria y de sus símbolos durante los 49 días que dura. Va describiendo las fases correspondientes a los siete mundos o grados de Maya (la ilusión o impermanencia) que se suceden como una cadena en el periodo de Bardo.
Mientras se cumplen los ritos funerarios, incluyendo la lectura del Bardo Thodol, en la casa del difunto o en el lugar de la muerte, unos lamas cantan, por turnos, todo el día y toda la noche para conseguir que el difunto alcance el Paraíso Occidental de Amitabha. Después del funeral, los lamas que leen el Bardo Thodol vuelven a la casa de la muerte una vez por semana hasta concluir el día cuadragésimo noveno del Estado Intermedio. Al terminar los ritos funerarios la efigie es quemada ceremoniosamente con la llama de una lámpara alimentada de manteca, dándose un adiós final al espíritu del difunto. El destino post-mortem que el difunto encontró se determina por el color de la llama y el modo en que esta se agita.
Estos ritos mortuorios tienen un parecido excepcional con los ritos mortuorios egipcios. Según ambos libros, se produce un 'pesaje del alma' por la divinidad. Probablemente los ritos mortuorios tibetano-budistas tienen una procedencia mucho mas antigua, y se hayan incorporado elementos procedentes de la religión animista que prevalecía en el Tíbet antes de la llegada del budismo.
Una característica del bardo Thodol es que es un libro de "iniciación al revés", es decir prepara al "alma" para un descenso en el ser físico, contrariamente a lo que suele ser usual en otras religiones que preparan al ser vivo para enfrentar el hecho de la muerte y desprenderse del cuerpo.
Por José-Luis Sierra Valentí, o.p.
6.- "GURU GRANTH SAHIB" (Sikhs)
El principal libro sikhs (o Sijs) es el "Adi Granth" (El libro del comienzo). Los seguidores siks le confieren tal importancia que este libro que recibe el nombre del compilador "Guru Granth Sahib" (El venerado maestro libro). Es decir se lo considera de igual categoría que al último de los 10 gurús
Los Sikhs profesan una enorme reverencia a dicha escritura y para ellos es el punto de referencia principal (el gran maestro) El "Gurú Granth Sahib" es una colección de himnos y de la poesía piadosos que proclama a Dios, subraya la meditación en el gurú verdadero (dios), y coloca las reglas morales y éticas para el desarrollo del alma, de la salvación espiritual y de la unidad con Dios.
El libro es una recopilación de os poemas de los 10 primeros maestros (gurús), escrito en lengua panjabí. y contiene el Sikh Dharma (o doctrina sikh) diseñada por su fundador, Guru Naanak.
Naanak nació en 1469, en una India sumergida en tensiones interreligiosas, el fanatismo, la hipocresía religiosa y la superstición. Guru Naanak predicó un mensaje sencillo basado en la de hermandad universal, una vida de rectitud y la devoción a un Dios Único y en el ciclo de la reencarnación. Naanak no se afilió a ninguna religión en particular. Su eslogan era "ni musulmanes ni hinduistas" sino sólo 'Ek Ong Kar', el Único Creador de la Creación. Para él ese
Dios Único era el mismo que veneran las diferentes religiones, con diferentes nombres. Cuando le preguntaron cuál era el nombre de su Dios, el replico: 'Sat Nam', la Verdad es Su Nombre.
Guru Naanak viajó por toda la India y Asia meridional, Llevando su simple mensaje de amor y espiritualidad. Hindúes, musulmanes, sufíes, judíos, cristianos, hombres y mujeres de variadas castas y clases se convirtieron en sus alumnos. El llevó esperanza espiritual a todos, desde las personas de las castas intocables hasta el mismo Emperador Babar. El nunca predicó contra ninguna religión, pero sí contra la superstición, la injusticia y la hipocresía. Frecuentemente comunicó sus enseñanzas mediante cantos inspirados, que abrían los corazones de los más reacios. Estos cantos fueron recopilados por sus discípulos y más tarde formaron el comienzo de las escrituras sagradas de los Sikhs, el "Guru Granth Sahib" .
Los Seguidores de Guru Naanak fueron llamados Sikhs (o Sijs), que significa discípulo o alumno. El les enseñó a no postrarse ante nadie, sólo ante Dios, y a vivir en comunión con el Guru, esa Luz de la Verdad de la que él era un humilde portador.
Las bases del Sikh Dharma (la doctrina Sikh) fueron establecidas por Guru Naanak pero completada después de su muerte por los diez gurus sucesores. Así hicieron falta los ejemplos vivientes de varias generaciones para completar esa escritura. Los Diez gurus subrayaron la igualdad de sexos, razas y personas , el respeto solidario a los más pobres, la honradez de vida, como elemento necesario para encontrarse con Dios..., la fidelidad y defensa de la doctrina en las adversidades.
A esta sucesión de aportaciones se le denomina "la cadena dorada". También fijaron la ciudad santa de Amritsar como centro de convivencia, donde se construyó más tarde el "Templo Dorado", referente universal peregrinación de los Sikhs. Estos gurus acabaron de estructurar las características externas de la manifestación religiosa sikh y la enriquecieron con sus poemas e himnos.
Los Sikhs, y en especial sus gurus, fueron en muchas ocasiones perseguidos y masacrados por los emperadores mogoles, musulmanes e hindúes que dominaron el Penjab en diferentes épocas. La necesidad de defenderse les ha dado una fama de guerreros e incluso su símbolo es el Khanda o conjunto de armas, aspectos intentan simbolizar la defensa de sus convicciones y que parecen que no estar muy acorde con su espíritu, conciliador y pacífico.
El gurú Granth Sahib es un libro de 1430 paginas y fue recopilada por el décimo gurú del que recibe el nombre "Guru Granth Sahib" (El venerado maestro libro) se compone de numerosos himnos compuestos por los primeros diez gurúes, junto con el texto religioso de diversos musulmanes y de santos hindúes. Que enriquecen al primitivo libro de "Adi Granth" (El libro del comienzo).
La mayoría de las fuentes recopiladas por el gurú Granth Sahib están escritas en el dialecto de Punjabi frecuente en aquella época, algunos himnos se encuentran en lenguas limítrofes (persa, sánscrito o árabe). Todo este material (himnos) se refundieron en la escritura estándar de Punjabi conocida como Gurmukhi, popularizado por el segundo gurú: Gurú Angad. Los himnos se han arreglado según la melodía (Raga) para ser cantados.
El libro contiene 33 secciones. La primera sección contiene el poema épico de Japji de Guru Nanak el fundador), que no se arregló para ser cantado, sino que se medita o recita como oración de la mañana. Las 31 secciones siguientes (parte principal del libro) son el Ragas o himnos de los diferentes gurus arreglados para ser cantados y se ordenan por extensión de sus versos. La sección final es una colección de versos que contienen testimonios de hombres santos, músicos etc.
Los Sikhs son unos 30 millones de seguidores esparcidos por todo el mundo pero en su mayoría en la zona del Penjab (India).
El principal libro sikhs (o Sijs) es el "Adi Granth" (El libro del comienzo). Los seguidores siks le confieren tal importancia que este libro que recibe el nombre del compilador "Guru Granth Sahib" (El venerado maestro libro). Es decir se lo considera de igual categoría que al último de los 10 gurús
Los Sikhs profesan una enorme reverencia a dicha escritura y para ellos es el punto de referencia principal (el gran maestro) El "Gurú Granth Sahib" es una colección de himnos y de la poesía piadosos que proclama a Dios, subraya la meditación en el gurú verdadero (dios), y coloca las reglas morales y éticas para el desarrollo del alma, de la salvación espiritual y de la unidad con Dios.
El libro es una recopilación de os poemas de los 10 primeros maestros (gurús), escrito en lengua panjabí. y contiene el Sikh Dharma (o doctrina sikh) diseñada por su fundador, Guru Naanak.
Naanak nació en 1469, en una India sumergida en tensiones interreligiosas, el fanatismo, la hipocresía religiosa y la superstición. Guru Naanak predicó un mensaje sencillo basado en la de hermandad universal, una vida de rectitud y la devoción a un Dios Único y en el ciclo de la reencarnación. Naanak no se afilió a ninguna religión en particular. Su eslogan era "ni musulmanes ni hinduistas" sino sólo 'Ek Ong Kar', el Único Creador de la Creación. Para él ese
Dios Único era el mismo que veneran las diferentes religiones, con diferentes nombres. Cuando le preguntaron cuál era el nombre de su Dios, el replico: 'Sat Nam', la Verdad es Su Nombre.
Guru Naanak viajó por toda la India y Asia meridional, Llevando su simple mensaje de amor y espiritualidad. Hindúes, musulmanes, sufíes, judíos, cristianos, hombres y mujeres de variadas castas y clases se convirtieron en sus alumnos. El llevó esperanza espiritual a todos, desde las personas de las castas intocables hasta el mismo Emperador Babar. El nunca predicó contra ninguna religión, pero sí contra la superstición, la injusticia y la hipocresía. Frecuentemente comunicó sus enseñanzas mediante cantos inspirados, que abrían los corazones de los más reacios. Estos cantos fueron recopilados por sus discípulos y más tarde formaron el comienzo de las escrituras sagradas de los Sikhs, el "Guru Granth Sahib" .
Los Seguidores de Guru Naanak fueron llamados Sikhs (o Sijs), que significa discípulo o alumno. El les enseñó a no postrarse ante nadie, sólo ante Dios, y a vivir en comunión con el Guru, esa Luz de la Verdad de la que él era un humilde portador.
Las bases del Sikh Dharma (la doctrina Sikh) fueron establecidas por Guru Naanak pero completada después de su muerte por los diez gurus sucesores. Así hicieron falta los ejemplos vivientes de varias generaciones para completar esa escritura. Los Diez gurus subrayaron la igualdad de sexos, razas y personas , el respeto solidario a los más pobres, la honradez de vida, como elemento necesario para encontrarse con Dios..., la fidelidad y defensa de la doctrina en las adversidades.
A esta sucesión de aportaciones se le denomina "la cadena dorada". También fijaron la ciudad santa de Amritsar como centro de convivencia, donde se construyó más tarde el "Templo Dorado", referente universal peregrinación de los Sikhs. Estos gurus acabaron de estructurar las características externas de la manifestación religiosa sikh y la enriquecieron con sus poemas e himnos.
Los Sikhs, y en especial sus gurus, fueron en muchas ocasiones perseguidos y masacrados por los emperadores mogoles, musulmanes e hindúes que dominaron el Penjab en diferentes épocas. La necesidad de defenderse les ha dado una fama de guerreros e incluso su símbolo es el Khanda o conjunto de armas, aspectos intentan simbolizar la defensa de sus convicciones y que parecen que no estar muy acorde con su espíritu, conciliador y pacífico.
El gurú Granth Sahib es un libro de 1430 paginas y fue recopilada por el décimo gurú del que recibe el nombre "Guru Granth Sahib" (El venerado maestro libro) se compone de numerosos himnos compuestos por los primeros diez gurúes, junto con el texto religioso de diversos musulmanes y de santos hindúes. Que enriquecen al primitivo libro de "Adi Granth" (El libro del comienzo).
La mayoría de las fuentes recopiladas por el gurú Granth Sahib están escritas en el dialecto de Punjabi frecuente en aquella época, algunos himnos se encuentran en lenguas limítrofes (persa, sánscrito o árabe). Todo este material (himnos) se refundieron en la escritura estándar de Punjabi conocida como Gurmukhi, popularizado por el segundo gurú: Gurú Angad. Los himnos se han arreglado según la melodía (Raga) para ser cantados.
El libro contiene 33 secciones. La primera sección contiene el poema épico de Japji de Guru Nanak el fundador), que no se arregló para ser cantado, sino que se medita o recita como oración de la mañana. Las 31 secciones siguientes (parte principal del libro) son el Ragas o himnos de los diferentes gurus arreglados para ser cantados y se ordenan por extensión de sus versos. La sección final es una colección de versos que contienen testimonios de hombres santos, músicos etc.
Los Sikhs son unos 30 millones de seguidores esparcidos por todo el mundo pero en su mayoría en la zona del Penjab (India).
7.- EL "PERI EM HERU" ó "LIBRO DE LOS MUERTOS" EGIPCIO
Se conoce como "Libro de los Muertos" una colección de declaraciones que se incluían en las tumbas y pretendían ayudar al difunto en su difícil camino al Más Allá y en el juicio de Osiris. Su título original podría traducirse como "La salida al día" (Peri Em Heru). La muerte no era más que un renacimiento, al igual que el sol sale cada día, así el difunto accedía a un nuevo renacer. Estos textos representan la mejor fuente de información de la religión egipcia y son indispensables para su estudio.
El origen se encuentra en los llamados "textos de las pirámides", una colección de textos religiosos que se descubrieron en la necrópolis de Saqqara, grabados en las paredes de las pirámides de reyes y reinas. Los textos se encuentran agrupados en columnas y separados por líneas de división. Las fórmulas o pasajes son fórmulas o "declaraciones" orales que empiezan todas con la frase "palabras para ser dichas" de cara al juicio de Osiris o "picostasia". En ese momento la resurrección estaba limitada solo a la realeza, pero posteriormente fue ampliándose a la nobleza, dando lugar a los "Libros de los Sarcófagos".
Durante el Reino Nuevo se produjo una "liberalización" definitiva de los rituales de resurrección y entonces el pueblo podía acceder a las fórmulas sagradas siempre y cuando pudiese pagarse el proceso de momificación y algún pasaje de recitaciones que le permitiesen vencer todos los males que pudieran surgirle en su peligroso viaje por el Más Allá. Esto dio lugar al "Libro de los Muertos", una recopilación de fórmulas, ofrendas y rituales que hacían posible la salvación del difunto.
En el Reino Nuevo, se depositaba junto a la momia, en la tumba un papiro con las fórmulas adecuadas para ayudar al alma del difunto.
Pero el libro no sólo comprende fórmulas para superar el juicio de Osiris, sino también pasajes para que el difunto reconozca a los dioses que le serán favorables o para que pueda orientarse en su viaje por "las Regiones de la Duat (oscuridad)".
El Libro consta de aproximadamente 200 capítulos o sortilegios. La versión más conocida y más completa es el Papiro de Ani, un texto compuesto por 3 capas de hojas de papiro pegadas entre si y dividido en 6 secciones con una longitud entre 1,5 y 8 metros cada una. La longitud total del texto es de 23,6 metros. El papiro fue realizado por 3 escribas diferentes, como puede apreciarse en las diferentes grafías que en él aparecen, pero sólo uno realizó los dibujos.
La vida en el Más Allá no estaba plenamente asegurada por lo que en las tumbas se colocaban copias del Libro de los Muertos con fórmulas para una vida próspera y fértil en el Más Allá. En el libro de los muertos se incluyen fórmulas para conseguir superar las pruebas de los dioses. El juicio era presidido por Osiris. El difunto debía disculparse de 42 pecados enumerados en el Libro de los Muertos, la llamada confesión negativa, para poder salvarse. Antes de realizar la confesión negativa el difunto se dirigía a su corazón pidiéndole que no le contradijera; la fórmula solía estar escrita en el escarabeo del corazón, un amuleto colocado en la momia.
Para verificar sus afirmaciones sin ninguna duda Thot, dios de la sabiduría, pesaba en presencia de Osiris el corazón del difunto en una balanza en cuyo extremo se encontraba una pluma de avestruz, como símbolo de la diosa Maât, representante de la justicia y el orden. Si la balanza se mantenía en equilibrio se superaba la prueba positivamente, lo cual representaba que en vida el difunto había llevado un orden correcto, y podía por tanto ir al reino celestial. Si la prueba resultaba negativa el Ka era condenado a pasar hambre o era despedazado por el "Devorador" Ammit; se llegaba entonces a la segunda muerte, sin remisión alguna.
Según las creencia egipcias además del cuerpo el hombre se componía de 2 elementos espirituales, el Ba, concepto similar al alma, y el Ka, una especie de doble del cuerpo. La muerte representaba la separación del elemento corporal y los espirituales. Pero el Ka no podía "sobrevivir" sin la presencia del cuerpo, de ahí que durante años se desarrollasen técnicas precisas de conservación, conocidas como embalsamamiento. El proceso de momificación tenía como objetivo el mantenimiento del cuerpo para la propia existencia del Ka.
Encima de las vendas se ponían los sarcófagos, destinados más que al intento de que el difunto fuese reconocido en el Más Allá, a servir como sustitutos del cuerpo en caso de destrucción de la momia, y como protección de los vendajes, evitando su destrucción.
En las tumbas y junto con el difunto se colocaban figurillas de madera, denominadas "ushebtis" destinadas a servir al difunto. Dichas figurillas o "respondedores" llevaban grabadas pasajes del "Libro de los Muertos" y eran como sustitutas del cuerpo para ayudar al muerto en los trabajos del Más Allá y refrescarle la memoria ante Osiris.
8.- LOS UPANISADS
Una parte importante de la espiritualidad india queda reflejada en los Upanisads, una recopilación de doctrinas para iniciados, cronológicamente posterior a los Vedas, cuyo cometido es ofrecer explicaciones sobre la naturaleza del universo y del alma humana.
Redactados en sánscrito, parte en verso y parte en prosa, son una sucesión de diálogos y textos expositivos, considerados como la culminación de la revelación védica.
Los Upanisads, guardan relación con los Brahmanas o "textos de los brahmanas" (manuales de liturgia que prescriben las minuciosas reglas para la correcta celebración de los sacrificios védicos) y con los Aranyakas o "textos del bosque" (destinados a los eremitas que vivían en la jungla). Estos libros, junto con los Vedas, forman la "Shuruti" (lo oído) y son los considerados libros sagrados revelados.
En definitiva los Upanisads plantean una doctrina secreta, un tanto heterodoxa, que el maestro (guru) transmitía al discípulo (sishya), siguiendo un método especial de deducción. Se basaba en la observación e identificación de fenómenos similares, con el fin de poner de manifiesto las sutiles correspondencias entre el microcosmos (el ser humano) y el macrocosmos (el universo en su conjunto).
Existen diversos Upanisads compuestos en diferentes épocas. Los védicos (componentes de la Shuruti) son solamente catorce, correspondientes a un periodo comprendido entre los siglos VIII y III a.C. Los más antiguos interesantes y voluminosos son el Brhadaranyaba Upanisad y el Chandogya Upanisad, que constituyen casi los dos tercios del conjunto.
Presumiblemente, estos textos fueron redactados en la región comprendida entre los ríos Yamuna y Ganges, en el ámbito de una civilización agrícola. En ellos encontramos reflejada una sociedad en plena evolución, donde incluso las mujeres y algunos soberanos pertenecientes a la categoría social de los guerreros (kosatriya) tenían acceso a conocimientos que a menudo ignoraban los propios brahmanes. De hecho, en los Upanisads se advierte una sutil tensión y una reacción "laica" ante el poder de los sacerdotes, únicos depositarios del saber religioso y venerados como auténticos dioses en la tierra. Son como una revuelta contra la ortodoxia.
Es posible incluso que el predominio en los Upanisads del conocimiento sobre la práctica sacrificial, junto con la afirmación de la doctrina de la ley de causa y efecto (el karma) que condena al hombre al ciclo de las reencarnaciones (samsara), tenga un origen extra brahmánico: "El hombre se hace bueno con las acciones buenas y malo con las malas" (ley del Karman). Pero la casta sacerdotal hizo propias estas doctrinas, tratando de "armonizarlas" lo más posible con la tradición.
En los Upanisads se abre una nueva vía para lograr romper la implacable rueda de las reencarnaciones: "la vía del conocimiento". No se indica como camino de salvación la ejecución meticulosa (karma-marga) de los actos rituales, tan subrayado por la casta sacerdotal hasta el momento. Se señala, en cambio, que para liberarse del ciclo de las reencarnaciones hay que seguir la difícil vía del conocimiento filosófico (jñana-marga) y de la meditación interior, que a partir de esta época va a caracterizar profundamente la religiosidad india. En los Upanisads, estos gurus imparten sus enseñanzas a los discípulos, a menudo en forma de diálogos, guiándolos en la práctica de diversas técnicas contemplativas.
La enseñanza no es necesariamente verbal. En el caso de los discípulos más aventajados, el conocimiento se puede transmitir mediante un simple contacto de la mano o del pie, o a través de la mirada o un gesto. El maestro es el insustituible punto de referencia, el único capaz de guiar a sus discípulos en el camino de la liberación (mokska). De hecho, el guru puede convertirse en una auténtica divinidad para sus alumnos.
Entre los temas esenciales de los Upanisads destacan la contemplación y la comprensión de la identidad perfecta entre el alma individual (atman) y el alma universal, o mejor dicho, el "Absoluto impersonal" (brahman), el fundamento único, la esencia espiritual en la que se basa toda la realidad. Sólo cuando el ser humano se identifique hasta lo más profundo con esta condición, conseguirá liberarse del doloroso ciclo de las reencarnaciones.
Los Up. (Upanisads) potenciarán la proliferación del "Sanghasi" (eremita) que se retira de la actividad mundana y busca vivir solo, meditando y viviendo pobre y ascéticamente, como modo de acelerar el momento feliz de lograr la liberación del samsara.
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